Calmo techo surcado de palomas, palpita entre los pinos y las tumbas;
mediodía puntual arma sus fuegos
¡El mar, el mar siempre recomenzado!
¡Qué regalo después de un pensamiento
ver moroso la calma de los dioses!
Paul Valery.
Piran (Eslovenia). Agosto de 2007.